El programa de Redes, "El cerebro masculino" nos ayuda un poco a comprender nuestra forma de ver la realidad y de afrontar los problemas. El cerebro de un hombre, muy influído por la acción de la testosterona, muestra ciertos rasgos diferenciadores del femenino. Una cosa curiosa, que no sabía o que no había visto de esa forma es que el ser humano está configurado "por defecto" (por expresarlo de alguna forma) como femenino y es la aparición de los testículos en el embrión macho y la testosterona (cambios determinados por un solo cromosoma, el Y) los que determinan que el cuerpo cambie su "configuración" inicial para acabar siendo masculino. Sin duda, hay aún muchos interrogantes que no explican por qué, por ejemplo, los gays somos gays, por qué nos gustan los hombres o por qué nos gusta adoptar ciertos roles sexuales. Sea lo que fuere, el cerebro de un gay, por lo menos es mi caso, sigue funcionando como un cerebro masculino. En ese sentido, me he visto totalmente identificado con el programa, incluyendo el apartado en el que tratan los juguetes y los roles de género. Pero eso no hace que deje de preguntarme si alguno de vosotros ha jugado a juegos de niñas en la infancia.
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