domingo, 10 de octubre de 2010

James Franco, ¡qué pena!


Que un actor tan sexy y guapo como James Franco se transvista debe ser un motivo de pena para la comunidad homosexual. Probablemente sea de ayuda para los transexuales, en ese caso, apoyo la moción. Pero ver a James Franco vestido de mujer, apenas reconocible, tiene un alto coste en términos de morbo. Y es que es un verdadero sacrificio comprometer la imagen masculina de este actor tan atractivo. Al menos que haya valido la pena por una buena causa, supongo.

Sin duda, me gustó mucho más la noticia en la que se afirmaba que el actor reconocía pasar sus largas estancias en los hoteles masturbándose y que lo hacía hasta cuatro o cinco veces al día.

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