domingo, 30 de octubre de 2011

Roles de pareja

Últimamente ha habido un tema que ha salido de forma recurrente entre mis compañeros de trabajo y es el de los roles de pareja. Por desgracia, he podido comprobar que aún hay mucha gente que entiende las relaciones como un equilibrio de poderes en el que, según la mentalidad machista de muchos, el hombre aún tiene que tener aunque sea algo más de poder que la mujer.

Pero ¿cómo se aplica esto a las relaciones homosexuales? Un compañero de trabajo me preguntaba el otro día: "¿tú te casarías con una mujer que ganara más dinero que tú?" Yo contesté: "yo no me casaría con una mujer en ningún caso". Se rieron porque no habían caído en la cuenta de que soy gay y luego uno de ellos dio a entender que en mi caso era distinto, como dando a entender que daba igual porque en mi caso el que ganaría más dinero sería un hombre de todas formas. Sin embargo, de otras frases suyas se infiere que el papel de un hombre es ser el que gane más lo cual implicaría que quien ganara menos dinero en una pareja gay sería la "mujer" en términos "socio-culturales" para, me temo, mucha gente.

¿Creeis que funciona realmente así? ¿Veis la pareja como un equilibrio de poderes? A mi entender, una pareja no se basa en un equilibro de poderes desde el momento en el que cualquiera de los dos puede dejarlo en cualquier momento y los dos, por tanto, tienen que esforzarse por mantener viva la relación y, por tanto, compartir más que competir. Pero también es cierto, y estamos cansados de verlo, que los tradicionales roles de género y la situación de dependencia de uno de los miembros puede tener la indeseable consecuencia de que uno de los dos se sienta "al mando". En el fondo no dejo de pensar que la mentalidad propia de una cultura concreta es un factor mucho más determinante que variables derivadas de la naturaleza. Si es así o no, no lo sé. En mi caso, quiero pensar que yo voy a compartir mi vida con alguien, no a poseerlo a él o a ser poseído.

domingo, 16 de octubre de 2011

Impresiones de un royo de verano (ii)

Probablemente no es lo más adecuado estar escribiendo sobre mi vida personal aquí, pero ya que he empezado y, sin dar detalles, os voy a poner al día de lo que ha quedado de ese royo de verano.

Tras nuestra última conversación sobre el tema, hace ya más de un mes, me quedó la impresión de que la puerta estaba entreabierta. Entreabierta no a una relación sino a seguir teniendo sexo. Una cosa es lo que dijo y otra lo que ha pasado empero. Durante ese mes hemos seguido mucho en contacto y nos hemos estado cruzando referencias sexuales, pero entre lo poco que nos hemos visto, entre que tuve un catarro y entre que el resto de las veces no ha parecido dispuesto a seguirme cuando se lo he propuesto, nuestra actividad sexual ha sido nula.

Y en cierto modo no puedo quitármelo de la cabeza. Sigo pensando en el verano que hemos pasado, en lo que ha significado para mí y, al mismo tiempo, tengo necesidad de cerrar este capítulo, de cerrar esa puerta que parecía haberse quedado entreabierta porque sé que, en realidad está cerrada. Intuyo que si se presta la ocasión, alguna que otra vez podemos volver a hacerlo. Él parece que se va a quedar como ese tipo de amigo, con el que puedes acostarte de vez en cuando y, mientras tanto (y durante), tan amigos y cada uno a seguir con su vida.

Por otro lado, no sigo muy convencido sobre sus sentimientos. Creo que desde un principio se cerró a enamorarse de mí, que adoptó esa posición distante porque temía que lo nuestro pudiera acabar en algo serio. Creo que se “autoprotegió” de mí y tengo la necesidad de preguntárselo. Ha llegado el momento en el que necesito hablar con él de todo esto, preguntarle sobre sus sentimientos, más pasados que presentes, pero también presentes. Decirle como me he sentido yo también y como me siento ahora. Y, por otro lado, también tengo miedo de perder la amistad, esa confianza que tenemos, al mismo tiempo que temo que su presencia ahí pueda impedirme encontrar a alguien más.

Así que, ante todo, quiero exteriorizar todos estos sentimientos y encontrar a alguien para pasar página definitivamente, para que lo que tuvimos él y yo sea definitivamente una época pasada hermosa, pero pasada. Siempre le recordaré. Siempre recordaré la magia de nuestros encuentros, nuestro juego de flirteo, nuestros besos, nuestras noches de caricias y sueño entre velado después de un sexo tórrido, lleno de cariño. En el fondo sigo preguntándome si es sólo nostalgia o aún le quiero.

domingo, 9 de octubre de 2011

David Cameron apoya el matrimonio gay




Hay cosas sorprendentes, muchas de ellas reunidas en la figura de David Cameron, un político conservador poco común. La semana pasada se celebró en Manchester en el Congreso del Partido Conservador británico y en un interesante y optimista discurso, el primer ministro mostró su apoyo al matrimonio gay por igualdad, pero también por el compromiso que representa, por lo que los conservadores valoran los vínculos que nos unen a los demás.

Dijo apoyarlo no a pesar de ser conservador sino por ser conservador: una idea que, por desgracia, hecho mucho en falta en los conservadores españoles, muchos de los cuales aún tienen serios problemas para ser lo gay friendly que parece David Cameron. Espero que bajo su gobierno el Reino Unido entre por fin el club de países con matrimonio gay. Si bien en la práctica no supondrá un cambio sustantivo ya que los gais ya tienen reconocidos los mismos derechos en la Unión Civil. El definitivo acceso de nuestro colectivo al matrimonio en el Reino Unido pone fin, en cambio, a una discriminación simbólica que debe ser inaceptable. No queremos los mismos derechos en una nueva institución que es, de hecho, una nueva discriminación, queremos los mismos derechos por el acceso a las mismas instituciones a las que antes no teníamos acceso.

Eso es igualdad y también, como dice Cameron, compromiso: si algunos son más o menos capaces de comprometerse es ya otra cuestión. Desde el corazón, gracias a David Cameron por su actitud y su contribución a remover definitivamente viejos agravios homófobos en uno de los países con una de las peores historias para los gais.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¡C-CGAY cumple 1 año!





Este blog cumplió un año el domingo pasado y quería comentarlo para saber también cuál es vuestra opinión. Hasta el momento C-CGAY ha representado un sitio web fuera de lo común en la blogosfera gay, un punto de vista a veces muy personal, con el que intento aportar algo nuevo. La idea de fondo es que los gais no tenemos por qué ceñirnos a los roles culturales habituales, que podemos salir de ahí y reivindicar lo que la cultura heterosexualizante nos ha negado tradicionalmente como hombres: nuestra masculinidad.


C-CGAY ha tenido hasta el momento más de 18.000 visitas lo que hacen unas 49 visitas diarias en un año. He de reconocer que buena parte de este "éxito" se debe a algunos de nuestros fantásticos "tíos buenos", que con una periodicidad generalmente semanal han visitado el blog. No obstante, detrás de esta estadística y de la realidad de que muchos de los gais prestamos muchas veces más atención a tíos cachondos que a profundizaciones sobre nuestra temática, he de decir que para mí hay otro éxito importante, mucho más que un número relativamente alto de visitas.

Y es que tengo al menos un lector que me sigue con cierta frecuencia, que no sólo le presta atención a las entradas gráficas y que comenta. Sé que puede haber más: gais que, como yo tienen una visión particular del papel que debe jugar su sexualidad en sus vidas y en su sociedad, que no necesariamente coincidirán conmigo, pero que se alegrarán de que ese debate esté ahí. Por ellos principalmente me atrevo a escribir. ¡Un abrazo a todos ellos!