David Kato. Fuente: Amnesty.org
Por desgracia, a los gays no sólo no se les respeta en muchas partes del mundo sino que, además, se les persigue, se les pone en listas negras y, finalmente, se les da muerte. Eso ha pasado en Uganda recientemente, donde me temo que David Kato no es el único que corría peligro.
Lo más escandaloso de todo esto es que occidente tiene buena parte de la responsabilidad moral. La animosidad contra la homosexualidad en Uganda tiene un claro antecedente, la ocupación británica de ese territorio y la imposición de una moral y unas leyes antisodomía que aún perduran en el país. Con una mayoría de cristianos, de los que la mayoría son católicos, entorno a un 40 % de la población total, no podemos sino responsabilizar a los viejos (o no tanto) modelos morales y legales del occidente cristiano de lo que está pasando en muchos países africanos, no sólo Uganda.
Ya publicaré sobre esto más en extenso, pero como revela el fantástico libro Born to be gay, A history of homosexuality, de William Naphy, la colonización europea es la responsable directa de muchos cambios de actitud hacia las conductas homosexuales en muchos lugares del mundo. Ahora es nuestra responsabilidad luchar por los derechos humanos de las minorías sexuales amenazadas en esos países así como recuperar las distintas tradiciones de muchos pueblos indígenas respecto a conductas homosexuales.
El País, 27 enero 2011.
Amnistía Internacional, 27 enero 2011.
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