Manuel Neuer. ¿Ayudará su gesto a parar la homofobia o la caverna se le echará encima y los gays estarán aún más asustados? En cualquier caso, es un avance. Después de su gesto, vendrán más o eso espero y, poco a poco, la caverna será más pequeña.
Hace ya tiempo dije que comentaría el tema de la homosexualidad en el fútbol y, por extrapolación, en el mundo del deporte. Llama la atención que en tan sólo un equipo de fútbol, que entre titulares y suplentes suman más de dos decenas de jugadores, no haya ni un sólo gay cuando debería haber, al menos estadísticamente hablando, dos. Aún admitiendo que en el fútbol haya una concentración menor de gays que en la población general, digamos uno por equipo: ¿dónde nos deja eso si sólo en la primera división española hay veinte equipos? No hay que ser muy listo para darse cuenta de que, tirando por lo bajo y sólo en la primera división, hay veinte gays en el armario porque, hasta donde sé, no hay ninguno que haya salido.
Lo cierto es que la situación es comprometida. Casos ha habido, no precisamente buenos, de jugadores para los que salir del armario ha supuesto, por una cosa u otra, un punto de inflexión para mal en sus vidas y la homofobia ha estado y sigue aún demasiado presente (el caso más dramático y conocido es el de Justin Fashanu, aunque hay casos más esperanzadores como el de Aslie Pitter y Stonewall FC). Recientemente, el portero titular del Schalke y de la selección alemana de fútbol ha hecho unas declaraciones en las que apoyaba el hecho de que los jugadores salieran del armario. El hecho de que declaraciones como estas sean aún necesarias y de que llenen la prensa de todo el mundo ponen en evidencia el nivel de atraso del mundo del deporte en la normalización de la homosexualidad. Y esto viene mucho a colación con la temática del blog. El mundo del deporte, especialmente en competiciones masculinas, potencia unos valores que en nuestra cultura heterosexista implican o presumen heterosexualidad a través de las siguientes asociaciones de valor: masculinidad, fortaleza, competición, superación, equipo... Por eso, muchas mujeres deportistas, especialmente en determinadas modalidades, seguirán siendo percibidas más o menos abiertamente como "marimachos" y, por eso, los gays, a los que esta cultura ha reservado los valores femeninos, esto es, dependencia, debilidad, sumisión, complacencia... siguen sin encajar bien en el mundo del deporte. Es curioso como al cabo de tantos siglos de puritanismo judeo-cristiano incluso la liberal cultura actual sigue promoviendo asociaciones de valor contrarias a los usos antiguos precristianos. De ver a atletas en Olimpia o en las panatenaicas competir desnudos en una cultura polisexual en la que el sexo entre hombres jugaba una función social asociada con la propia maduración de la masculinidad a ver a futbolistas cagados de miedo porque prefieren la compañía de otro hombre hay una gran diferencia: la que nos impone nuestra cultura.
Lejos de lo que se piensa ni nuestra época es tan liberal ni estamos tan cerca de liberarnos de las ataduras de la cultura y el lenguaje. Por mucho que la homosexualidad esté cada vez aceptada aún quedan muchas rémoras colectivas inconscientes. He mencionado el lenguaje, que es fundamental para comprender el sistema de valores de un pueblo: ahí siguen presentes expresiones como "a tomar por culo" o "mariconada" que, lejos de decirse con mala intención, causan sonrojo en la persona que las utilizan inconscientemente delante de un gay (a mí me ha pasado con amigos míos). Y también está la cultura. Aunque pueda parecer extraño lo que hace falta no son más carrozas "fabulosas" el día del orgullo gay, hacen falta más tíos masculinos fuera del armario, hombres que lleven una vida abiertamente homosexual, pero no contracultural. Gays no afeminados que hagan más visible la imagen rompedora de unos esquemas heterosexistas que han venido ejerciendo una doble represión: por un lado, la que no deja a los hombres ser gays, por otro, la que no deja a los gays ser masculinos.
Two top gay footballers stay in closet
The Independent. 20 December 2009
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