jueves, 18 de noviembre de 2010

Soy un cobarde

Supongo que es fácil ser gay si nunca han sospechado nada de ti y, por consiguiente, si tampoco has tenido que enfrentarte de cara a las amargas consecuencias de la exclusión que sufren muchos gays, por ejemplo, en los institutos. Lo cierto es que no puede decirse que yo haya sido precisamente un valiente en ese sentido y no me siento orgulloso por ello. La historia de Tony y Alex me ha devuelto a esa realidad y me ha recordado que no debe de ser fácil en absoluto enfrentarse a esa marginación y, a veces, a ese maltrato por parte de “compañeros” bastante cobardes e inmaduros. Sólo puedo decir que admiro a esos jóvenes que luchan en sus institutos y universidades por normalizar la visibilidad de la homosexualidad, a aquellos que tienen las agallas para vivir sin esconderse y enfrentar las consecuencias desagradables que una homofobia a extinguir aún les depara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario