domingo, 8 de mayo de 2011

Como lidiar con la salida del armario en el trabajo

Hace un mes y medio empecé a trabajar en una empresa. Yo ya había salido del armario, pero el hecho de no seguir el look gay y de no ser afeminado me avoca a la situación de tener que romper siempre esa "presunción de heterosexualidad", según la cual si eres un hombre masculino, entonces eres hetero hasta que se demuestre lo contrario.

Hace ya unas semanas hablé de todas formas con unos compañeros con los que suelo salir más después del trabajo. Desde mi punto de vista, decirle a alguien que eres gay tiene sentido y es relevante si vas a socializar con ellos o si vas a tener más confianza aparte del estándar y distante trato de un ambiente profesional. Hasta aquí todo fue bien. Ninguna reacción inesperada aparte de la sorpresa. La gente sigue sorprendiéndose porque haya gays que no sigan los patrones culturales que se nos tienen encomendados, a saber, una estética y unas manera determinadas.

Sin embargo, no todo iba a ser color de rosa. El otro día fuimos a cenar un grupo amplio de gente del trabajo, entre los que se encontraban las dos personas que sabían que era gay. Y una chica del trabajo, delante de uno de los que lo sabían y de otra que no tenía ni idea, empezó a hacer comentarios homófobos hasta el punto de que le tuve que decir que tenía que pararla. En esto, me preguntó que "¿por qué?, ¿eres gay?". Y yo respondí "sí". La conversación siguió de forma muy violenta, considerando que ella continuó criticando a los gays por cómo practican el sexo y a dar por hecho que era una elección... Hasta llegó a insinuar la pregunta de si soy activo o pasivo, a preguntarme que si sabía lo que hacen los gays en la cama y que si yo estoy cómodo con eso y si había tenido pareja. Yo no pasé más allá de decirle que por supuesto que sé lo que hacen los gays y que ser gay no es una elección. Finalmente, le dije que no le iba a contestar a lo demás porque no era de su incumbencia. Al final pasamos a otros temas, ella se quedó callada un rato largo (muy inusual en ella) y se fue claramente molesta (entiendo que arrepintiéndose de lo que había pasado).
La noche continuó bien. Hablé con la otra chica que estuvo en la conversación y que me apoyó y con el otro chico que ya lo sabía y que tuvo que confirmar que era gay en el curso de la conversación. Curiosamente, fuimos a una discoteca hetero donde había una fiesta estudiantil y vimos una pareja gay  morreándose, lo que fue muy reconfortante después de la escena tan agresiva que había vivido. Después de este incidente dudo que mucha gente del grupo que fue a cenar ignore que sea gay y, al final, me alegro de haber enfrentado por primera vez comentarios de ese tipo, con los que he tenido que lidiar en silencio toda mi vida, incluso viniendo de mi propia familia, por miedo a ser descubierto y al rechazo.

La homofobia aún tiene lugar en países occidentales y argumentos propagandísticos del tipo de que los gays pueden cambiar y que el sexo anal es doloroso y molesto siguen encontrando su eco. Por suerte para mí, aquella noche sabía que, dado el estado de opinión general, tenía las de ganar. No fue fácil, pero tampoco arriesgado. Al día siguiente, ella actuó con cordialidad conmigo, como si nada hubiera pasado, sin mencionar el tema. Mi pregunta es qué pasará si la homofobia vuelve a abundar en occidente, especialmente de la mano de la inmigración, como es el caso de esta chica, de procedencia subsahariana. ¿Hasta cuándo podremos sentirnos "seguros" los gays? Y ¿cuándo dejará de verse la orientación sexual como algo asimilado y no algo intrínseco en una persona, como el sexo o la raza? Lo que dijo esa chica habría sido impensable sobre alguna raza en concreto. ¿Por qué la orientación sexual sigue siendo una excepción?

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