La aplastante victoria del no muy gay-friendly Partido Popular tuvo su contrapunto en Al Jazeera donde un beso gay muy romántico pudo verse detrás del corresponsal en Madrid, que daba la crónica en directo, muy posiblemente desde la calle Génova, donde se encuentra la sede del PP.
Aprovecho la entrada para escribir mi inquietud acerca de la posible agenda oculta del PP, que mantiene recurrido el matrimonio gay en el Tribunal Constitucional, tribunal cuya renovación deberá producirse tras unas elecciones que permitirán al PP llenarlo de magistrados conservadores. Si pretenden o no de verdad esta maniobra para ilegalizar el matrimonio gay por la puerta de atrás, no lo sabremos nunca. Me temo, sin embargo, que las sospechas no son infundadas y que esta no será la única norma que podrá verse afectada por ese golpe de mano.
Espero que mis temores sean infundados y que España siga, con el matrimonio gay, en el selecto grupo de países con el sistema legal menos discriminatorio del mundo.
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