El blog Quinta Temporada de El País publicaba ayer una interesante entrada sobre la censura de contenidos gay en películas y series de televesión en canales de televisión de diversos países.
La censura, efectuada con el pretexto de la protección de la infancia o de no herir la sensibilidad de los espectadores, se cae por su propio peso cuando las mismas cosas que se censuran entre dos hombres o dos mujeres, por ejemplo, besos, no se censuran en el caso de las parejas heterosexuales. De esto parece que debemos inferir que para muchos canales los contenidos gay son aún potencialmente dañinos para la sensibilidad de la audiencia, una audiencia que, en ese caso, de lo que carecería precisamente sería de sensibilidad: de sensibilidad hacia las minorías, especialmente las sexuales.
Es una pena que esto haya que decirlo y que haya que llamar al orden a estos canales de televisión entre los que se encuentran, por ejemplo, el italiano RAI, pero este tipo de censura sería equivalente a censurar besos u otros actos cariñosos entre parejas de negros o mixtas. Lo que en este caso sería considerado puro racismo y, por consiguiente, injustificable parece de lo más razonable si lo que tapa es la homosexualidad, como si no existiera, como si debiera ser invisible, como si fuera algo ofensivo.
Laura Contreras: Quinta temporada
El País, 24 septiembre 2011
El País, 24 septiembre 2011
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